La perseverancia es un esfuerzo continuo, supone alcanzar lo que se propone y buscar soluciones a las dificultades que puedan surgir, un valor fundamental en la vida para obtener un resultado concreto.
Con perseverancia se obtiene la fortaleza y esto nos permite no dejarnos llevar por lo fácil y lo cómodo.
La perseverancia según la Biblia
La voz de Dios nos habla a través de su palabra. En la Biblia podemos encontrar los siguientes versículos que hablan acerca de la perseverancia:
“Que el Señor los lleve a amar como Dios ama, y a perseverar como Cristo perseveró.” 2 Tesalonicenses 3:5
“Perseverar con paciencia es lo que necesitan ahora para seguir haciendo la voluntad de Dios. Entonces recibirán todo lo que él ha prometido.” Hebreos 10:36
“No sean perezosos; más bien, imiten a quienes por su fe y paciencia heredan las promesas.” Hebreos 6:12
“Pero tú, persevera hasta el fin y descansa, que al final de los tiempos te levantarás para recibir tu recompensa.” Daniel 12:13
¿Cómo puedo practicar la perseverancia?
- Los justos podrán equivocarse, pero volverán a levantarse. Es decir que a pesar de tus caídas, errores o pecados debes levantarte y seguir adelante.
- Perseveremos encargándonos del Reino de Dios y su justicia. Compartiendo en tiempo y fuera de tiempo su palabra en el entorno en donde somos de influencia.
- Cuando pienses en rendirte, recuerda que Jesús no se rindió en la cruz, perseveró hasta el final.
- La perseverancia tiene su recompensa, nunca te rindas, continúa con la mirada en Dios y lo lograrás.
Ejemplo bíblico
José fue siempre un soñador. Sin embargo, soñar con cosas grandes, despertó la envidia de sus hermanos, quienes lo vendieron como esclavo. Pero su aflicción no terminó allí, Potifar lo envió a la cárcel injustamente. Sin embargo José nunca dejo de perseveran en buscar de Dios y sus sueños.
Y tomó su amo a José, y lo puso en la cárcel, donde estaban los presos del rey, y estuvo allí en la cárcel. Génesis 39:20
No obstante, Dios bendijo a José: lo sacó de la cárcel y lo convirtió en el segundo al mando de toda la tierra de Egipto. Y dijo Faraón a José: Pues que Dios te ha hecho saber todo esto, no hay entendido ni sabio como tú. Tú estarás sobre mi casa, y por tu palabra se gobernará todo mi pueblo; solamente en el trono seré yo mayor que tú. Dijo además Faraón a José: He aquí yo te he puesto sobre toda la tierra de Egipto. Entonces Faraón quitó su anillo de su mano, y lo puso en la mano de José, y lo hizo vestir de ropas de lino finísimo, y puso un collar de oro en su cuello.