LAS FINANZAS DE DIOS EN 1, 2, 3.

EL AHORRO

El segundo principio que estudiaremos es: NO debemos gastarnos todo lo que ganamos; no debemos gastarnos todo lo que tenemos.

La Palabra de Dios lo afirma en Proverbios 21:20 ¨Tesoro precioso y aceite hay en la casa del sabio; más el hombre insensato todo lo disipa¨. (RVA60).  La versión Biblia al Día (BAD) respecto a este texto: ¨El sabio ahorra para el futuro, pero el necio derrocha cuanto obtiene¨.

Es una necedad gastarse todo lo que se gana, y debemos de ser sabios y prudentes, administrando y aprendiendo a guardar, para que así en casa tengamos todo lo necesario, ya bien sea para una necesidad que se presente, o para una emergencia, o para cuando ya no tengamos la misma fuerza productiva en la vejez.

También es muy importante aprender a gastar menos de lo que ganamos, y esa diferencia aprender a ahorrar.   

Es en las etapas productivas, en las etapas de bonanza económica, que debemos prepararnos, que debemos aprovisionar para los momentos difíciles que puedan presentarse, como por ejemplo, lo que nos ha tocado vivir desde la Pandemia del Covid.  Mucha gente ha perdido su trabajo, otros han perdido o reducido su ingreso, es por ello que debemos atender al consejo de la Palabra.  

Debemos adquirir el hábito del ahorro, aprender ese buen hábito y enseñarlo a los hijos; el ahorro es un hábito que se aprende, es un hábito que se enseña.

Ahorra, no el que le sobra, no el que tiene mucho o gana mucho, sino el que gasta menos de lo que gana, y esa diferencia la ahorra.  Los expertos recomiendan ahorrar mensualmente un 10% de lo que se gana, y cada año incrementar un 10% de ese porcentaje.  Por supuesto, si usted puede ahorrar más, que mejor ¡.

Dice un adagio popular: ¨el que guarda siempre tiene¨.   Pero especialmente, atendamos el consejo de la Palabra:  ¨el sabio ahorra para el futuro¨.

Pastor Lic. MBA Carlos Salazar

Pastor IDEC Lo de Bran I

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